El pasado día 27 de mayo el coro infantil de la misa de niños y el coro de los mayores de la misa de confirmación nos subimos al autobús y nos marchamos nada menos que al Campo de Gibraltar. Allí realizamos la ruta de senderismo del Río Guadalmesí. Un lugar precioso, entre Algeciras y Tarifa, que transcurre en parte junto a este río que desemboca en el Mar Mediterráneo, en pleno Parque Natural de Los Alcornocales y desde el que se divisan los grandes barcos atravesando el Estrecho de Gibraltar y más allá África.
Iniciamos la mañana montándonos en el autobús a las 9 de la mañana desde la puerta de nuestro colegio. En el viaje, y tratándose de dos coros, no faltaron los cantos al son de la guitarra de Ramón, e incluso de un ukulele. El viaje se hizo corto. Lina, Marisa y Sisi convertidas en unas auténticas madrazas cuidando de sus niños.
Por fin llegamos al inicio de la ruta, en el área recreativa del Bujeo e iniciamos nuestra andadura por una suave cuesta de un camino forestal. Al llegar a la mitad del recorrido comimos un desayuno más que necesario para poder seguir. Desde allí una bajada y llegamos a orillas del río Guadalmesí. Junto a él transcurre un caminillo que nos obliga en muchas casos a ir en fila de a uno. Es un lugar precioso, en el que de vez en cuando surgen algunos charcos de barro que nuestros niños superan como unos campeones. Mientras tanto los “niños grandes” de confirmación se lo pasan genial en una batalla de barro.
Poco a poco iniciamos el ascenso, buscando otra vez el camino forestal. Por el camino estamos en contacto con vacas, cabras y caballos, junto a los perros que guardan las escasas casas que nos vamos encontrando. La subida es para campeones. Al final lo conseguimos, llegamos a la hora de comer al merendero tras recorrer más de 6 kilómetros de sendero.
Al llegar al merendero nos encontramos toda una fiesta campera, una pequeña romería justo junto a nosotros. Muchos de los asistentes estaban junto a unos caballos preciosos, adornados para el evento, acompañando un altar montado en un remolque en el que preside la imagen de San Isidro Labrador. Una vez acomodados en nuestras mesas sacamos nuestros bocadillos que son devorados con voraz apetito.
Padre Alejandro, la ruta muy bonita, pero el año que viene nos vamos al cine (decían unos), nos vamos a la playa (decían otros), nos vamos a Eurodisney (decían algunos). Por pedir que no quede.
A las seis de la tarde llegamos de nuevo al colegio, bastante rendidos de cansancio, pero felices por la aventura vivida y por el día de convivencia tan estupendo que pasamos. El año que viene Dios dirá. Muchas gracias a todos por vuestro compromiso como coro y particularmente muchas gracias a Ramón y María, Lina, Marina y Sisi, además de Almudena y Paco. Sin vosotros estos coros serían imposible. Mil gracias.